Es importante acudir a hacer la compra sin hambre, porque en caso contrario elegirás alimentos más engordantes...
Si no puedes ir después del desayuno o de la comida, tómate 1/2 hora antes una buena manzana u otra fruta.
En el supermercado evita pasar por las zonas de alimentos poco convenientes, como bollería, chocolates, bebidas alcohólicas, aperitivos, etc. Es difícil resistirse cuando vemos pasar ante nosotros una hilera interminable de galletitas y chocolates.
En el supermercado evita pasar por las zonas de alimentos poco convenientes, como bollería, chocolates, bebidas alcohólicas, aperitivos, etc. Es difícil resistirse cuando vemos pasar ante nosotros una hilera interminable de galletitas y chocolates.
Al hacer la compra no te olvides de los postres: ante un "arrebato incontrolable" después de cenar, es preferible disponer de un poco de queso de Burgos, un yogur o incluso un flan, antes que echar mano de otros postres menos convenientes que pueda haber en la despensa.
Siempre que sea posible, sustituye alimentos refinados por integrales (pan, pasta, galletas,...). Además de aportar más vitaminas, la fibra que contiene facilita el proceso digestivo y da sensación de saciedad.
Acostúmbrate a leer las etiquetas de los envases: asombra comprobar la diferencia de contenido calórico entre distintos tipos de alimentos, e incluso entre dos marcas de un mismo alimento.
Siempre que sea posible, sustituye alimentos refinados por integrales (pan, pasta, galletas,...). Además de aportar más vitaminas, la fibra que contiene facilita el proceso digestivo y da sensación de saciedad.
Acostúmbrate a leer las etiquetas de los envases: asombra comprobar la diferencia de contenido calórico entre distintos tipos de alimentos, e incluso entre dos marcas de un mismo alimento.
VIA
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