Cualquier momento es idóneo para tomar una infusión de hierbas. Sobre todo cuando estamos a dieta.
Hoy en día se puede disponer de infusiones de diferentes sabores y gustos que se utilizan para ocasiones muy diversas: desde sensación de pesadez, estreñimiento, ardor de estómago, estrés, nervios; hasta para la retención de líquidos o para saciar el apetito, entre otros. Estas últimas son las que más nos interesan si estamos controlando nuestro peso.
Ejercicio, comida sana y unas infusiones adecuadas son una buena combinación para perder unos kilos y sentirte mejor con tu cuerpo.
Las infusiones te ayudarán a no comer entre horas (el mayor riesgo para romper una dieta) y a superar el estado de ansiedad, te relajarán y te darán mayor vigor. Existe una gran variedad de hierbas, que puedes adquirir.
Hay una variedad de infusiones como:
- Infusión Cola de Caballo. Es una de las más comunes y conocida para las dietas. Es diurética y depurativa. Para su preparación basta con añadir dos cucharadas de hierba por litro de agua y una vez que haya hervido durante un minuto, esperar a que se enfríe. La cantidad recomendada es una taza diaria.
- Infusión Pasionaria. Ataca la ansiedad y los nervios que florecen cuando estamos realizando una dieta. La cantidad recomendada son dos o tres tazas diarias.
- Té de Pomelo. Limpia el sistema digestivo y urinario, y ayuda a quemar las grasas. Además puede reducir el apetito si se toma una taza 30 minutos antes de cada comida.
- Té de Alcachofa. La alcachofa posee principios activos que ayudan a reducir el colesterol “malo”, además de ayudar a perder peso. El té de alcachofa hay que tomarlo media hora antes de cada comida, una taza.
- Infusión de Arenaria. Con efecto diurético y que ayuda a depurar el organismo y a evitar la retención de líquidos. Se recomienda beber dos tazas de esta infusión cada día.
fuente blog.kiwilimon.com
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